Todavía no es viernes y ya comencé con lo de ser chofer. Por lo general no es tan terrible, voy, aviento a alguno de mis hermanos en casa de un amigo o en el cine y me regreso manejando sola, lo que por cierto me encanta. Pero aún cuando sé que finalmente les estoy haciendo un favor, cuando quedamos a una hora siempre llego a esa hora, nunca me ha gustado ser impuntual (creo que es porque detesto esperar). El único porblema es que todos los amigos de mis hermanos y las zonas que frecuentan están en esta horrible zona que me trae muchos recuerdos y que de verdad ya no tolero.
Resulta que ayer cuando fui por Miguel al cine tomé mal el camino y tuve que pasar por las calles más importantes de la ciudad. Sí, eso significó volver a toparme con las señoras, y los mocosos mimados siempre pegados al celular, entro otros bichos raros (que por supuesto me miran a mí como bicho raro). Pero no fue del todo terrible, resulta que gracias al pésimo planeamiento de la ciudad las zonas residenciales más caras y exclusivas de la ciudad se inundan con la más leve llovizna. Así que es agotadoramente divertido ver a toda esa gente (que no sale de su casa si no está perfectamente bien peinada y trae ropa cara) caminando en chanclas por sus calles inundadas y tratando de mover sus coches de muchos miles de pesos inundados hasta las portezuelas. Claro yo también terminé empapada y llegué 5 min. tarde por el tráfico pero la vista lo valió.
junio 16, 2004
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1 comentario:
Muy cierto lo de las inundaciones por allá en "Liondres", me han tocado varias veces y he tenido que esperar a que baje el nivel del agua para poder regresar, en aquellos tiempos, a Guanajuato...
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